
Una vida, una pasión, un legado que sigue creciendo
La pasión que cruzó fronteras: 80 años de historia, amor y barbería
Una vida, una pasión, un legado que sigue creciendo
La historia de Barbería New York New York es, ante todo, la historia de un hombre: Roberto Jeldrez.
Nacido en 1945 en la tranquila ciudad de Chiguayante, Chile, Roberto creció entre los paisajes del sur chileno, en Los Ángeles, donde vivió su infancia y juventud. Desde pequeño mostró una profunda dedicación a sus estudios, completando su formación escolar para luego ingresar a la universidad a estudiar Contaduría Pública. Se graduó con honores y dedicó sus primeros años profesionales al servicio público, cumpliendo una importante labor en su país.
Sin embargo, el destino le tenía preparado un giro inesperado. Tras los cambios profundos que vivió Chile luego del gobierno militar iniciado en 1973, y especialmente durante los años 80, Roberto no pudo continuar su carrera en el sector público. Como tantos otros de su generación, se vio obligado a reinventarse.
Fue entonces, en medio de la incertidumbre, cuando encontró —casi por casualidad— el amor de su vida: la barbería. Fascinado por este arte, decidió estudiar peluquería en la reconocida academia de Mario Mezza. Su talento y dedicación no pasaron desapercibidos. Poco tiempo después, Luis Mezza, hermano de Mario, abrió su propia academia y lo invitó personalmente a ser parte de su equipo como profesor.
Así comenzó una nueva etapa para Roberto: la enseñanza de la barbería, donde no solo perfeccionó su técnica, sino que también descubrió su pasión por transmitir conocimientos a las nuevas generaciones.
De Chile a Venezuela: el comienzo de un gran viaje
A fines de los años 80, con la inestabilidad en Chile y buscando mejores horizontes para su familia, Roberto sintió el llamado de emigrar. Un familiar le sugirió Venezuela, un país próspero en esa época. Pero antes de partir, Roberto visitó a una gitana que le leyó las líneas de la mano. Ella fue clara y contundente: “Tu destino está en Estados Unidos”.
En 1988, Roberto emprendió un viaje por tierra rumbo a Venezuela, y en 1989 su esposa y sus cuatro hijos se reunieron con él. Instalado en Caracas, comenzó a trabajar en la Barbería Miami, ubicada en El Marqués.
Allí, mientras desempeñaba su nuevo oficio, un día llegó un empresario italiano llamado Rocco, buscando barberos para su establecimiento. Sin dudarlo, Roberto se presentó el lunes siguiente. No tardaron en reconocer su profesionalismo y talento: fue contratado inmediatamente.
La relación con Rocco pronto trascendió el ámbito laboral. Gracias a su experiencia como contador, Roberto también comenzó a ayudar en la gestión administrativa del negocio, demostrando su habilidad y ética de trabajo. Con el tiempo, se ganó la confianza absoluta de Rocco, y juntos decidieron asociarse para dar vida a un sueño aún más grande.
En 1993, abrieron la primera Barbería New York New York en el Centro Comercial Caurimare, en Caracas. El concepto era claro: ofrecer un servicio de barbería de alta calidad, inspirado en la tradición neoyorquina, con la perfección y el arte que solo un maestro del corte puede entregar.
El salto a Miami: una nueva etapa de gloria
A medida que Venezuela enfrentaba años difíciles, especialmente con la llegada del gobierno de Hugo Chávez, Roberto decidió, una vez más, apostar por el futuro de su familia. En 2002, emigró a Miami, Estados Unidos, con un nuevo sueño entre manos: recrear la Barbería New York New York en tierras norteamericanas.
Desde ese momento, la historia de Roberto ha sido una historia de esfuerzo, perseverancia y éxito. Instalado en 5742 SW Flagler St, fundó la nueva Barbería New York New York, conservando el mismo espíritu de excelencia que lo había acompañado desde sus inicios.
Durante más de dos décadas, Roberto ha atendido a más de un millón de personas. No solo ha mantenido una clientela fiel, sino que ha visto cómo las generaciones se han sucedido frente a su silla de barbero: ha cortado el cabello a padres, hijos, nietos y bisnietos de las mismas familias. Su técnica perfecta con la tijera, su trato cálido y su inquebrantable ética de trabajo le han ganado el respeto, el cariño y la admiración de más de mil clientes fieles, quienes lo consideran el mejor barbero de Miami.
Hoy, con 80 años de vida y más de 40 años dedicados al arte de la barbería, Roberto sigue trabajando todos los días con la misma pasión que lo impulsó desde aquel primer encuentro con unas tijeras en Chile. Su nombre es sinónimo de perfección, tradición y compromiso.
La historia de Barbería New York New York no es solo la historia de un negocio:
Es la historia de un hombre que encontró su verdadero destino en el arte de transformar a las personas, corte a corte, generación tras generación.
Y así, cada vez que un cliente cruza la puerta de la barbería, no solo recibe un corte de cabello: se convierte en parte de una gran familia, en parte de una historia viva que continúa creciendo día a día.